14 de octubre 2013

Triangulo

Arte emergente

Después de salir del Reina Sofía, nos fuimos a una conferencia que daban en el Espacio Triangulo.

Allí estaba una de las representantes de la Galeria Liebre, Un artista que se estaba buscando la vida, después diré como, una Profesora de la Universidad de Aranjuez, Mª Jesus Abad, dos chicas y un chico que que habían ganado sendos premios recientemente.

La conferencia se basó: En la situación de los artistas en España,

´                                   En que hacer cuando un artista sale de la Universidad,

                                    La sensación de soledad y la importancia de estar en contacto con el mundo del                                            arte. 

También se habló de como empezar a mostrar los proyectos, y aquí hubo bastante debate, ya que  por un lado unos comentaba sobre las pocas ayudas que se tienen de las administraciones y otros, entre ellos el chico del que hago referencia en la presentación, lo siento no me apunté su nombre, que nos contó un poco lo que había sido su trayectoria desde que llegó a España con una beca para un año, creo que era de Colombia. Al terminar el año de becado decidió quedarse aquí, pero le surgió el problema del dinero, y ha llegado a sobrevivir durante casi dos años viviendo una  semana en casas de personas diferentes, vendiendo un libro que él mismo ha editado : ´´1001 maneras de sobrevivir a la crisis´´y ofreciendo pequeños escritos suyos por lo que le quieran dar a cambio.

 Es una alternativa pero no todo el mundo está dispuesto vivir de esta manera, aunque de aquí puede salir un proyecto muy interesante.

Los chicos que habían ganado el premio se quejaban de que no habían recibido ningún dinero, y que después Qué.

Otro artista en activo estaba trabajando en otra cosa que no tenia nada que ver con el Arte pero que le daba para vivir, mientras seguía ejecutando sus proyectos.

 

La representante de la cooperativa  Galeria Liebre ha estado fomentando la cultura de artistas emergentes en complicidad con Mª Jesus Abad, pero empezaban a plantearse  un cambio ya que esta actividad les costaba un dinero a los cooperativistas y tampoco eran ricos.

Por otro lado estaba la opinión bastante consensuada de que no se podía estar dependiendo de las becas y subvenciones del Estado.